Creada en 1844 por una familia de agricultores de los Valles Centrales de Oaxaca, la Hacienda Carreño, tuvo su protagonismo desde principios del siglo XX principalmente por el impulso de Don Apolonio Carreño, quien dejaba que sus maestros mezcaleros procesaran los agaves silvestres que crecían en sus tierras para hacer mezcal y hacer las tres fiestas al año en la Hacienda Carreño. La primera, en su cumpleaños en febrero; la segunda, al finalizar la molienda de la caña de azúcar en abril y la tercera con la pizca de la mazorca casi al final del año.
Hoy, se mantiene viva la tradición de hacer mezcal, conservando el proceso ancentral original y orgánico proyectando este elixir a la altura de cualquier bebida espirituosa.